Dentro de todo este proceso conocí un personaje particular lo digo porque siempre existió una conexión especial con el loco, tal vez porque a ambos el tema nos apasionaba de la misma forma, por la energía que tenia para las vainas que se le ocurrían o porque era uno de esos locos a los cuales le podía decir uno ¨Chiqui nos vamos hasta la mierda?¨ y el respondía Hágale que yo llevo el papel.
Hoy después de conocerlo por casi 7 años llego a mi un relato de su ultima travesía , cabe resaltar que fue uno de los primeros en llegar en Scooter a el cabo de la vela y de recorrer el casanare y no por la pavimentada¡¡.
y quería compartirlo con todos ustedes.
esta es la primera parte de este relato que espero les guste tanto como a todos los que conocemos a Camilo (Chiqui) Alfonso.
Enrique Hoyos
Presidente
RSC.
Y DIJERON VICHADA?
A comienzos de febrero de 2013 un martes, me recoge mi amigo Juan para ir a almorzar a Chía, en el camino le digo…”mano, tengo ganas de hacer un paseíto, la vaina es que usted sin moto si jodidos, cambiemos de plan... y será que si ahorramos y nos vamos como para Miami con Javier y nos ponemos de ruana esa vaina…(los que me conocen bien saben que soy de esas ideas)”.
Y responde él con esa mirada de (ya andaba pensando en algo) “Chiqui, me voy a comprar un cuatrimoto y deberíamos ir a estrenarlo al Vichada”. Yo me quedé pensando, bueno y porque no? si ya fuimos hasta la Alta Guajira en scooter…. Pues no me pareció una locura, finalmente los planes sin tantos preparativos SON LOS BUENOS!!
En ese momento llamé a Javier y le dije “cáiganos en el peaje que le tengo el plan!”, no pasaron 15 minutos y Javier como siempre, llegó!, nos fuimos a un restaurante al que vamos seguido y nos sentamos a comer bandeja paisa, mientras planeábamos el viaje se vino un aguacero terrible que nos dio tiempo para ajustar presupuesto de alistamiento de motos y todo lo que tiene que ver con comidas, estadía, gasolina y demás.
Quedó listo el viaje y la fecha fue el 17 de febrero, un domingo que deberíamos salir a las 5 am para lograr hacer Bogotá – Carimagua, lo cual son solo 407 kilómetros. El plan era llevar el cuatrimoto en la Amarok hasta Puerto López (Meta) y las dos scooters irían andando todo el tiempo ya que no conseguimos un remolque en el cual cupieran todos los artefactos motociclísticos.
El 17 de febrero llegamos a Puerto López (Meta) a eso de las 11:00 am, en medio de un aguacero ni el verraco que en momentos no se veía a más de 20 metros (uno en moto se goza todo), en un hotel nos hicieron el favor de guardar la Amarok, bajamos el cuatri, comimos algo de lo que llevábamos y AHORA SI!! Como los 3 mosqueteros a comer carretera y como en el sueño de los motociclistas, el polvo rojo en la cara y a lo que daban los aparatos (jmmm, bueno mi moto solo daba los 80k/h… y ni idea porque!... a veces les da por no andar, pero yo pegado a menos de un metro de Javier cortando viento, avanzaba en momentos a 90 km/h)
Llegamos a Puerto Gaitán a las 4pm, las demoras de las paradas a desayunar, más la visita oficial en la casa de la tía Margarita en Villavicencio y la bajada del cuartimoto en Pto López y súmenle las paraditas al cigarrillo y la gaseosa (Javier no fuma, pero Juan y yo si…¨mala vaina pero que le hacemos¨)
Trato de no hablar en lenguaje de moto y no ser aburrido para el público lector, pero bueno sigamos con la historia…
En Puerto Gaitán (Meta), revisamos la ruta, compramos agua y bolsas de basura para tener plásticos por si alguna emergencia, llenamos las pimpinas (tanques de gasolina) y arrancamos a coger sabana, eso es el paraíso, el camino es destapado, la tierra es roja, pasan los camiones y carros 4x4 llenos de barro rojo y la gente nos miraba como “y estos manes que??” . Todo es aventura y acá es donde comienza lo bueno.
A las 5:30pm, paramos a 10kms de Puerto Gaitán y almorzamos, debíamos terminar de ajustar las pimpinas a las motos y seguir!!, nos habían dicho que eran de 17 a 20 kilómetros de piedra y luego ya estaría el camino mas carreteable entonces podríamos andar a 50km/h o más (los que saben de esto…eso es rápido) y como son solo 100 kilómetros de recorrido, pues la cosa estaba fácil, Já!! Pues la sorpresa fue que a los 10 minutos casi antes de anochecer, encontramos sabana!! Entonces a andar como locos, nos reíamos y cada uno iba por un camino diferente (eso es como un potrero gigante donde hay muchas vías y todas van para el mismo destino) de esto hay video que ya lo subiré pronto.
Entonces, la música a todo dar dentro del casco (el gato que esta triste y azul) y si DIJERON VICHADA!! pues Allá vamos!!... solo pasaron 10 minutos de gloria y comenzó a anochecer, la piedra apareció de nuevo (es como las playas de rio llenas de pierdas grandes y separadas), la noche en la sabana es traicionera, no se ve nada y hay muchos caminos, se debe coger uno y los tres por la misma ruta, es muy fácil perderse y pues ni modos, el ritmo del viaje cambió, el cuatrimoto que tenía casi 5 veces el motor de las motos, debía ir al ritmo de nosotros lo cual se haría evidente y cambiaría las cosas más adelante en la historia.
Dos horas después, casi a las 8:00pm en una de tantas paradas ya que la piedra cansa mucho y los brazos no dan…acá es donde se vienen todas las personas y episodios de la vida a la cabeza, yo llevaba las exploradoras de mi moto prendidas todo el tiempo e hicieron su trabajo….la batería murió , paramos y le dimos arranque a la moto y… como siempre…ARRANCÓ!!! Luego de media hora…de nuevo paramos y ya las reflexiones y la sensatez me hicieron hablar… les dije a mis AMIGOS de viaje ¨creo de verdad que esto no me está pareciendo tan chévere, estoy cansado y no sabemos a cuanto estamos, son muchas horas, ya son casi las 9:00 de la noche y no sé si puedo seguir¨, Juan coincidió conmigo y en esos momentos son en los que uno necesita una voz… Y ALLÍ ESTABA JAVIER! Jajajaja y dice , ¨bueno, sigamos que ya es tarde¨ jajajajaj es que me acuerdo y me da risa, Javier siempre va como si nada!! Es incansable!
Decidimos seguir y les cuento, en esas condiciones un kilómetro equivale a casi 10 o 20 minutos, en fin, pasaron cosas como que ya al final, a eso de las 12 de la noche, Juan decide ir adelante a buscar dormida en Carimagua, nos quedamos con Javier en la mitad de la nada y en una de esas paradas porque ya comienza uno a pensar. ¨por acá mismo nos tenemos que devolver¨ lo cual no fue así, más adelante les contaré.
Las ampollas en las manos comenzaron a aparecer, el cansancio nos hacía ver como si en el camino hubiera tapete y tengo muy fresco en mi mente, las motos apagadas y con la luz de las linternas espantando culebras y tratando de averiguar cómo tomar líquido de mi camelback, pues solo nos quedaban dos bolsas de agua y el letrero que veíamos decía (7KM a Carimagua)… y si hacemos cuentas que arrancamos a las 5:00am de Bogotá… son 19 horas de moto.
Finalmente llegamos a Carimagua a la 1:20am y solo era el primero de 6 días… más adelante les cuento el resto…esta parte es la más suave… jajajajaja
Hoy 19 de marzo a las 11:42pm escribiendo esto y mirando a mi perro dormir, recuerdo esos momentos con alegría…. Que a mis 43 años haya logrado un reto como este… lo que vino después fue el encuentro más grande y hermoso conmigo mismo, con mi niñez, con mis recuerdos, los amigos y las novias que ya no están, y con Dios, descubrí la importancia real de la vida…porque así tengamos toda la plata en el bolsillo, las conexiones, el empleo o hablemos más de un idioma… lo único que hay en una situación como esta, es lo que tenemos adentro, el amor que me espera en casa y las ganas de salir de la nada…, el saber que somos lo que hay, hacen que seamos capaces de todo!!! lo cual sería mucho más evidente y fuerte unos días después.
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