Travesía, reencuentro personal o lección de vida díganlo ustedes.

Cuando comencé en este cuento de las motos recuerdo que me paso lo que a la gran mayoría de personas que toman la decisión de comprar moto les pasa por la cabeza ¨ Y porque no una moto chiquita para ir de la casa a la of.¨ Hijo de piloto hermano de ingeniero mecánico y habiendo crecido entre fierros  y apasionado por los motores no paso mucho tiempo para que me picara el bicho de hacer algo chevere con ¨mi chiquita¨ (Una peugeot Speedfigth) y así buscar que pasaba en Bogota con el tema de las Scooter, así fue que llegue a Scooterpotencia., luego de eso con algunos de sus integrantes formamos otro club Scootech Off Road. del que  me enorgullece saber que fui uno de sus fundadores.
Dentro de todo este proceso conocí un personaje particular lo digo porque siempre existió una conexión especial con el loco, tal vez porque a ambos el tema nos apasionaba de la misma forma, por la energía que tenia para las vainas que se le ocurrían o porque era uno de esos locos a los cuales le podía decir uno ¨Chiqui nos vamos hasta la mierda?¨ y el respondía Hágale que yo llevo el papel. 
Hoy después de conocerlo por casi 7 años llego a mi un relato de su ultima travesía , cabe resaltar que fue uno de los primeros en llegar en Scooter a el cabo de la vela y de recorrer el casanare y no por la pavimentada¡¡.
 y quería compartirlo con todos ustedes.
esta es la primera parte de este relato que espero les guste tanto como a todos los que conocemos a Camilo (Chiqui) Alfonso.

Enrique Hoyos
Presidente
RSC.






Y DIJERON VICHADA?

A comienzos de febrero de 2013 un martes, me recoge mi amigo Juan para ir a almorzar a Chía, en el camino le digo…”mano, tengo ganas de hacer un paseíto, la vaina es que usted sin moto si jodidos, cambiemos de plan... y será que si ahorramos y nos vamos como para Miami con Javier y nos ponemos de ruana esa vaina…(los que me conocen bien saben que soy de esas ideas)”.



Y responde él con esa mirada de (ya andaba pensando en algo) “Chiqui, me voy a comprar un cuatrimoto y deberíamos ir a estrenarlo al Vichada”. Yo me quedé pensando, bueno y porque no? si ya fuimos hasta la Alta Guajira en scooter…. Pues no me pareció una locura, finalmente los planes sin tantos preparativos SON LOS BUENOS!!





En ese momento llamé a Javier y le dije “cáiganos en el peaje que le tengo el plan!”, no pasaron 15 minutos y Javier como siempre, llegó!, nos fuimos a un restaurante al que vamos seguido y nos sentamos a comer bandeja paisa, mientras planeábamos el viaje se vino un aguacero terrible que nos dio tiempo para ajustar presupuesto de alistamiento de motos y todo lo que tiene que ver con comidas, estadía, gasolina y demás.


Quedó listo el viaje y la fecha fue el 17 de febrero, un domingo que deberíamos salir a las 5 am para lograr hacer Bogotá – Carimagua, lo cual son solo 407 kilómetros. El plan era llevar el cuatrimoto en la Amarok hasta Puerto López (Meta) y las dos scooters irían andando todo el tiempo ya que no conseguimos un remolque en el cual cupieran todos los artefactos motociclísticos. 




El 17 de febrero llegamos a Puerto López (Meta) a eso de las 11:00 am, en medio de un aguacero ni el verraco que en momentos no se veía a más de 20 metros (uno en moto se goza todo), en un hotel nos hicieron el favor de guardar la Amarok, bajamos el cuatri, comimos algo de lo que llevábamos y AHORA SI!! Como los 3 mosqueteros a comer carretera y como en el sueño de los motociclistas, el polvo rojo en la cara y a lo que daban los aparatos (jmmm, bueno mi moto solo daba los 80k/h… y ni idea porque!... a veces les da por no andar, pero yo pegado a menos de un metro de Javier cortando viento, avanzaba en momentos a 90 km/h)



Llegamos a Puerto Gaitán a las 4pm, las demoras de las paradas a desayunar, más la visita oficial en la casa de la tía Margarita en Villavicencio y la bajada del cuartimoto en Pto López y súmenle las paraditas al cigarrillo y la gaseosa (Javier no fuma, pero Juan y yo si…¨mala vaina pero que le hacemos¨)

Trato de no hablar en lenguaje de moto y no ser aburrido para el público lector, pero bueno sigamos con la historia…

En Puerto Gaitán (Meta), revisamos la ruta, compramos agua y bolsas de basura para tener plásticos por si alguna emergencia, llenamos las pimpinas (tanques de gasolina) y arrancamos a coger sabana, eso es el paraíso, el camino es destapado, la tierra es roja, pasan los camiones y carros 4x4 llenos de barro rojo y la gente nos miraba como “y estos manes que??” . Todo es aventura y acá es donde comienza lo bueno.

A las 5:30pm, paramos a 10kms de Puerto Gaitán y almorzamos, debíamos terminar de ajustar las pimpinas a las motos y seguir!!, nos habían dicho que eran de 17 a 20 kilómetros de piedra y luego ya estaría el camino mas carreteable entonces podríamos andar a 50km/h o más (los que saben de esto…eso es rápido) y como son solo 100 kilómetros de recorrido, pues la cosa estaba fácil, Já!! Pues la sorpresa fue que a los 10 minutos casi antes de anochecer, encontramos sabana!! Entonces a andar como locos, nos reíamos y cada uno iba por un camino diferente (eso es como un potrero gigante donde hay muchas vías y todas van para el mismo destino) de esto hay video que ya lo subiré pronto.

Entonces, la música a todo dar dentro del casco (el gato que esta triste y azul) y si DIJERON VICHADA!! pues Allá vamos!!... solo pasaron 10 minutos de gloria y comenzó a anochecer, la piedra apareció de nuevo (es como las playas de rio llenas de pierdas grandes y separadas), la noche en la sabana es traicionera, no se ve nada y hay muchos caminos, se debe coger uno y los tres por la misma ruta, es muy fácil perderse y pues ni modos, el ritmo del viaje cambió, el cuatrimoto que tenía casi 5 veces el motor de las motos, debía ir al ritmo de nosotros lo cual se haría evidente y cambiaría las cosas más adelante en la historia.



Dos horas después, casi a las 8:00pm en una de tantas paradas ya que la piedra cansa mucho y los brazos no dan…acá es donde se vienen todas las personas y episodios de la vida a la cabeza, yo llevaba las exploradoras de mi moto prendidas todo el tiempo e hicieron su trabajo….la batería murió , paramos y le dimos arranque a la moto y… como siempre…ARRANCÓ!!! Luego de media hora…de nuevo paramos y ya las reflexiones y la sensatez me hicieron hablar… les dije a mis AMIGOS de viaje ¨creo de verdad que esto no me está pareciendo tan chévere, estoy cansado y no sabemos a cuanto estamos, son muchas horas, ya son casi las 9:00 de la noche y no sé si puedo seguir¨, Juan coincidió conmigo y en esos momentos son en los que uno necesita una voz… Y ALLÍ ESTABA JAVIER! Jajajaja y dice , ¨bueno, sigamos que ya es tarde¨ jajajajaj es que me acuerdo y me da risa, Javier siempre va como si nada!! Es incansable!

Decidimos seguir y les cuento, en esas condiciones un kilómetro equivale a casi 10 o 20 minutos, en fin, pasaron cosas como que ya al final, a eso de las 12 de la noche, Juan decide ir adelante a buscar dormida en Carimagua, nos quedamos con Javier en la mitad de la nada y en una de esas paradas porque ya comienza uno a pensar. ¨por acá mismo nos tenemos que devolver¨ lo cual no fue así, más adelante les contaré.

Las ampollas en las manos comenzaron a aparecer, el cansancio nos hacía ver como si en el camino hubiera tapete y tengo muy fresco en mi mente, las motos apagadas y con la luz de las linternas espantando culebras y tratando de averiguar cómo tomar líquido de mi camelback, pues solo nos quedaban dos bolsas de agua y el letrero que veíamos decía (7KM a Carimagua)… y si hacemos cuentas que arrancamos a las 5:00am de Bogotá… son 19 horas de moto.
Finalmente llegamos a Carimagua a la 1:20am y solo era el primero de 6 días… más adelante les cuento el resto…esta parte es la más suave… jajajajaja

Hoy 19 de marzo a las 11:42pm escribiendo esto y mirando a mi perro dormir, recuerdo esos momentos con alegría…. Que a mis 43 años haya logrado un reto como este… lo que vino después fue el encuentro más grande y hermoso conmigo mismo, con mi niñez, con mis recuerdos, los amigos y las novias que ya no están, y con Dios, descubrí la importancia real de la vida…porque así tengamos toda la plata en el bolsillo, las conexiones, el empleo o hablemos más de un idioma… lo único que hay en una situación como esta, es lo que tenemos adentro, el amor que me espera en casa y las ganas de salir de la nada…, el saber que somos lo que hay, hacen que seamos capaces de todo!!! lo cual sería mucho más evidente y fuerte unos días después.

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